Reviví aquel instante mirando hacia abajo y con los ojos entreabiertos,me dejé llevar por el vaivén del coche, apoyé la cabeza en la ventanilla
y cerré los ojos...
De pronto lo sentí, fue una sensación intensa, penetrante, agónica....que me ahogaba pero no podía abrir los ojos....
Me dejé llevar y el alma de mis pies flotó en silencio, nadie lo percibía pero, me estaba marchando....
Me dejé llevar y ya no sentía el frío cristal de la ventanilla....
Me dejé llevar y con la sonrisa a cuestas los miré, vi sus caras, cada uno reflejaba pensamientos que ya no me importaban....
Me dejé llevar y les acaricié suavemente apagando la torpeza de sus mentes....
Me dejé llevar y también me los llevé...La unión fue pulcra, bailando al son del trenzado de almas, ya no había de que preocuparse tan sólo había llegado el momento..
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