Ilusiones....
Escuálida, consumida, demacrada pero con las ilusiones intactas, por eso había perdurado en el tiempo. Su gato era fiel a sus confidencias, a su cariño y a sus caricias. Se había acostumbrado a soñar siempre mirando al suelo, como si no quisiera que descubrieran sus secretos y sus deseos para no volver a ruborizarse aún sabiendo que ya no le quedaba color en sus mejillas...
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