Aún quedaba un largo camino por delante, ni siquiera la sequedad de la distancia podía pararla. Cogió las riendas y se adentró sin temor en lo más árido del camino. Ahora se encontraba sola frente a su destino. Estaba decidida a emprender la gran aventura de su vida: conseguir penetrar en lo más profundo de su ser para encontrarse a sí misma...
Pintaré cada semana de colores vivos. Trazaré líneas en ascenso y me permitiré sonreir a cada momento. No dejaré que la presión me domine, iré poco a poco, esbozando cada minuto de mi vida con la intensidad adecuada. Cuidaré de mi universo interno y trabajaré con el anhelo de mejorar todo lo que venga a mi encuentro....
A la niña de piel rosa le dolía el corazón, no sabía que durante mucho tiempo llevaba incrustado un trocito de " La Esencia de Sananda" en éste. Intentó por todos los medios buscar solución a su dolencia pero no encontraba el remedio adecuado, unos resultaban inmorales, otros endebles, otros estaban muy enfrascados, por lo que su dolor persistía en el tiempo. Un día, mientras disfrutaba de una tarde espléndida de otoño, sintió que el dolor que tanto la había angustiado comenzaba a disminuir, a medida que pasaban las horas se sentía más serenada. Sin pensarlo había encontrado el remedio para desincrustar "La Esencia de Sananda", la sonrisa sonora de un niño grande, ingenuo y franco, había efectuado una fisura en su pecho tan grande, que el trocito de esencia, sin más, cayó rodando entre las manos de la niña de piel rosa. En aquel justo instante el alivio que ella sintió fué tan sobresaliente que comenzó a sentirse liberada justo en ese mismo momento. La fisura no tardó en cerrarse quedando una pequeña cicatriz que le recordaría, toda su vida, que siempre puede haber alguien en el mundo que tenga la llave para terminar con las penas producidas por esencias mal utilizadas...
A el hombre del pincel no le aterraba las canas, ni los años vividos, ni siquiera las despedidas constantes... Lo que verdaderamente necesitaba era las risas de sus niñas, los abrazos amorosos con besos de fresa. En su mente prodigiosa dibujaba reencuentros de colores... La danza de la vida permitía que fuera felíz con sus recuerdos, con el anhelo de estar junto a sus hijas, eclipsando el olvido de cada detalle de sus vidas en la distancia...
No dudó un minuto más en mostrar de nuevo su sonrisa. A la Mujer león, le entusiasmaba la idea de seguir adelante descubriéndose a sí misma, superando metas y escalando colinas antes inalcansables. A la Mujer león no le costaba llevar en su alma el peso de sus sentimientos, eran dulces y recién horneados, el aroma inconfundible de la pasión la envolvía con fuerza. Mientras el sol se lo permitiera, seguiría siendo devota del amor auténtico, aunque el mar dibujara una barrera casi inalcansable...
Acordes lejanos de guitarra... Recuerdos de sonidos dulces aderezados de amor intenso y puro... Voces limitadas por los deseos de llegar.. Miradas y gestos de papel atados a la memoria... Silencios colmados de presiones externas... La cadena mental se acabará con el tiempo... Y volarán juntos de nuevo...
Sintió la presión en sus entrañas, hasta ese momento todo había sido relativamente sencillo... pero el tiempo transcurrido se convirtió en el detonante de unos sentimientos inmaculados y honestos y ahora él necesitaba su espacio, un espacio repleto de ella o simplemente alejarse sin más dilatación. Ella no cesaba en su empeño de cambiar detalles para adecuarse a la nueva situación, siendo respetuosa con los deseos de ambos y dando pasos firmes tallando cada día ese diamante en bruto que compartían y que sólo aquellos llamados almas gemelas comprenderán cuán amplio es el esfuerzo de tan ardua labor...
Abriré todas las puertas y ventanas, ventilaré el escenario de nuestras vidas y volveremos a mirarnos como entonces... Nada se perdió en el camino, simplemente se amontonaron las ideas, las imágenes, los deseos... Los sentimientos, atados al carro de los sueños, comienzan a tomar forma de nuevo despertando en una nueva realidad, más madura, consciente, racional y generosa, sin demora pero lentamente...
Mímate, cuida tu cuerpo y tu alma. No dejes que el paso de los años nuble tu naturalidad...Eres único, eres única y tu esencia no podrá desaparecer, alguien siempre la tendrá atrapada entre recuerdos lejanos o inmediatos. Cierra tus ojos de cristal y vuelve a sentir como vuelves a crearte con cada aliento, con cada roce en tu piel, abre tus brazos y únete a la pureza de los estímulos que merodean a tu alrededor como una sinfonía inacabada y que sólo puedes apreciar con tu condición más primitiva...
Todo cambió de color, el silencio gris, como una ola de humo, envolvía la oscuridad de aquel momento. Tan sólo había transcurrido unos segundos desde que la fuerza vital de aquel mensaje perforara su cerebro. Su mirada se quebró y ya no pudo seguir impasible, recogió sus pedazos y con la velocidad de un colibrí voló fuera de aquel espacio que la ahogaba, respiró profundamente y siguió su camino con una sonrisa sincera que iluminaba todo su rostro. La libertad había llamado a su puerta..
Apelando a mi deseo ferviente de poder amarte, dibujo mil besos en la profundidad de tu presencia intocable...
Como un barco sin dueño me dejo llevar por la esperanza y la corriente mantiene el rumbo quejumbroso de la soledad carnal...
El contacto surge a través de sonidos de amor, de relatos cortos, de respiración entrecortada, de risas incansables...
Rebeldía intensa cada día en mi cuerpo...
Mi fiel amigo el mar me habla en las noches frías.
Llegará el momento y el reloj de arena dejará de filtrar cada molécula de su tiempo y seremos almas que consumarán sus anhelos...
Paseando juntos en mi memoria, recorriendo laberintos invulnerables que mantienen el sentido de lo no absurdo.
Somos viajeros, nos atrevemos a flotar en un mar de deseos con la esperanza de encontrarnos.
Colores que doblegan mis ideas, cuadros de un futuro incierto pero anhelado, voces que se ahogan con la distancia, música que retiene el alma...
Y vuelve a sonar la campana que hace que me desprenda de ti, una y otra vez...
