viernes, 25 de enero de 2013

La Esencia de Sananda...

A la niña de piel rosa le dolía el corazón, no sabía que durante mucho tiempo llevaba incrustado un trocito de " La Esencia de Sananda" en éste. Intentó por todos los medios buscar solución a su dolencia pero no encontraba el remedio adecuado, unos resultaban inmorales, otros endebles, otros estaban muy enfrascados, por lo que su dolor persistía en el tiempo. Un día, mientras disfrutaba de una tarde espléndida de otoño, sintió que el dolor que tanto la había angustiado comenzaba a disminuir, a medida que pasaban las horas se sentía más serenada. Sin pensarlo había encontrado el remedio para desincrustar "La Esencia de Sananda", la sonrisa sonora de un niño grande, ingenuo y franco, había efectuado una fisura en su pecho tan grande, que el trocito de esencia, sin más, cayó rodando entre las manos de la niña de piel rosa. En aquel justo instante el alivio que ella sintió fué tan sobresaliente que comenzó a sentirse liberada justo en ese mismo momento. La fisura no tardó en cerrarse quedando una pequeña cicatriz que le recordaría, toda su vida, que siempre puede haber alguien en el mundo que tenga la llave para terminar con las penas producidas por esencias mal utilizadas...

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