Arco iris del alma...

Las ilusiones "imposibles" no existen. El poder de adaptación a las circunstancias te puede llevar por caminos de luz que antes no conocías y, con plena libertad y sin soledad amarga. Hay una fuerza más allá de toda presencia física que te empuja hacia ese deseo. Una fuerza que cruza la línea detestable de creer que tenemos la obligación de seguir un patrón "original". Tu vida es tu propio patrón, tus deseos deben seguirlo y crear el estilo visual que necesitas para encontrar esos minutos de felicidad plena, esos encuentros que alimentarán tus noches y tus días. El arco iris de tu alma irá creciendo a medida que sepas como quieres dirigirla y finalmente el cuadro de tu vida estará pintado sólo con tus manos ya que a través de ellas irás creando toda tu magnífica existencia. No te rindas, no te pares, sigue adelante deslumbrando con tu luz propia y busca esos pequeños detalles que encolarán cada uno de los retales de tus horas de vida...

Todo y nada...

Dejó que sonara una y otra vez aquella melodía, mientras observaba pensativo que hacer con la llamada. Todo y nada había cambiado... Se esfumó el tiempo lejano y perdido... El calor volvió a su cuerpo, sintiendo el puñal de la esperanza en su esternón, como si alguien lo sujetara por las entrañas y lo empujara hacia el abismo de los sentimientos. El vínculo entre ambos era imborrable e incansable. Dos almas que buscaban la libertad el uno en el otro, pero que sufrían los ultrajes del camino diario, viciando sus cuerpos cristalinos, deseosos de indulgencia, deseosos de dulzura constante...

Frágil vida...

Las garras del dolor querían apoderarse de ella, pero aunque su debilidad física era más que latente, abrió los ojos y con la ayuda de su fuerza mental se abalanzó hacia la luz en busca de la liberación. Por un momento, mientras flotaba sintió que se desprendía de su mal audazmente. La llamaron cínica por poner su frágil vida en manos del oxígeno que sentía que le faltaba. Cada parte de su cuerpo se expresó iniciando el desgarro de los filamentos que la ataban desde años atrás. Comenzó a cortar, con extrema valentía, la angustia de cada trozo de su piel, mitigando el dolor que la torturaba costantemente. Para entonces ya se había liberado de la mitad de su ser, autodestructivo y cobarde, y comenzó a andar ligera, sin lágrimas, por un camino estrecho protegida sólo por la nueva piel que la cubría y con la esperanza de volver a experimentar y descubrir la vida sin dolor...

Mariposa dorada...

De puntillas se acercó a la ventana, ataviada con un suave vestido de seda mientras escuchaba la melodía que inspiraba su silencio enternecedor. A lo lejos pudo divisar, en la penumbra del ocaso, una silueta que le resultaba familiar, fijó su mirada ámbar con más interés y descubrió al caballero de las pasiones... Era un hombre místico, visualmente halagador que siempre conseguía hacerla sentir como una mariposa dorada, atrapada dulcemente entre luces de colores... Esta vez no dudó, descalza y sin abrigo corrió a su encuentro bajando las escaleras casi flotando... Se paró frente a él y acariciando su suave rostro le indicó el camino hacia la felicidad...