Los dictados espontáneos del corazón fluyen en momentos de conexión verdadera con nuestros deseos mas preciados, ayudados en ocasiones por almas puras que te rodean y te ofrecen sin más su espíritu ígneo. No importa el tiempo que transcurra con esa sensación de estar lejos y, a su vez, mas cerca que nunca con una visión cristalina y serena de nuestro entorno, porque de esta forma nuestro conocimiento estará cada vez mas cerca de las respuestas que buscamos incansablemente....
Y aunque algunos momentos sean duros, recordaré como pinté mi mundo interior de alegría, protegiendo mis ideas y sentidos de las impurezas del mal absurdo, del infinito desinterés que reflejan algunos rostros y cuya lucha, que mantienen en su especie, pretende ser involucrada en mi voluntad pero, todo eso está acabando... Soy la niña que mira desde lejos los recuerdos y filtra la información sin torturas mentales. La niña que respira profundamente y grita al viento su júbilo por haber aprendido, lentamente pero sin pausa, como llegar...
El niño pintor deseaba volver a un mundo donde las miradas eran puras, las palabras no eran electrónicas y donde las manos se expresaban libres sin artilugios estresantes. El niño pintor imaginaba un mundo donde todos alzaran sus rostros y apreciaran lo natural, descubriendo la belleza de un ocaso sentados junto al mar. El niño pintor comenzó a dibujar de nuevo un mundo de estrellas y sueños infinitos, donde el contacto fuese sincero.... El niño, siendo adulto, era bohemio y sabio y sólo deseaba que aprendiéramos a seguir los dictados espontáneos del corazón, la única máquina capaz de movilizar el alma del universo....
Frente a ti convertida en mi sueño veloz, no puedo dejar de moverme bailando al son del alba de esta tierra que me ofrece su adorable sentir bajo mis entrañas... Dibujo la libertad con mi cabellera enredada en tus ideas, abrazándote para unirme a tu sensibilidad y observar a través de tus ojos de luna el mundo mágico de lo natural en libertad, sin ataduras...
Es la reina de su vida.... ¿Quieres ser la protagonista de la tuya?, entonces tómate tu tiempo y escribe lo que siempre has deseado hacer con tus sentidos, con tu potencial y, lánzate a la aventura de la vida. No dejes que nadie hable con tus palabras, no te quedes en una cárcel cuyas puertas están abiertas, no tengas miedo de caer en tus propios deseos y, sobre todo, recuerda que eres única, no hay otra como tú..
La involución del mar atrae mi atención y disipa todo sonido externo. Me concentro en el movimiento ondulante de la ola al morir en la arena marcando su territorio una y otra vez. Subir y bajar, esa suave y penetrante efigie de la ola sin destacar su poderosa furia y me aferro a esa imagen. El sol enamorado del mar, lo viste con su manto dorado centelleante y ese abismo acuoso se retuerce con habilidad mirándole descaradamente. Es el baile del amor sin contacto... Me desprendo de mi cuerpo y me sumerjo con discreción y mesura, lentamente, solo soy un esbozo de mi sueño con sabor a mar..
Se transportó hasta el lugar de las posibilidades, dando rienda suelta a su imaginación que aún mantenía resquicios oxidados por falta de uso. Ataviada con su última adquisición de tercera mano, se enfrentó al sub-mundo de la noche ciega, con la cabeza bien alta pero sin aires de grandeza y utilizó su sonrisa como arma persuasiva y seductora, una prueba aceptable de su feminidad.
Transcurrió la noche entre roces, risas enlatadas, cigarrillos asfixiantes y tacones de vertiginoso juego de alturas. Se imaginaba frente a su copa rebosante de hielo y limón un futuro sin derrotas en un presente paralizado por las carencias de buen gusto que desfilaban a su alrededor. El baile de máscaras se adueñó de la noche....
Ellas intentaron alejarla... Tras el telón de terciopelo rojo se encontraba languidecida en su trono inmortal... Entre todas fueron soltando uno a uno los lazos rojos. La corona fue desasida de su cabeza y su cabello rojizo volvió a sentir el movimiento con la brisa que atravesaba la estancia. Ella aún no era consciente de su destino pero pronto saldría de su propia obra y, esta vez, amparada por las mariposas que nacían de sus entrañas... El mar la estaba esperando para devolverle la frescura de su libertad olvidada y, aquel trono, obsoleto y fastuoso, sería destruido con la intención de no ser ocupado por gentes que acabarían sin su condición humana y sin ánimo de encontrar de nuevo su camino en la naturaleza...
Según dice mi padre, a mi abuelo José la calma le caracterizaba, hombre de pocas palabras pero intensamente sabio. Acostumbraba a observar antes de hacer un juicio de valor y, cuando aportaba su saber en una conversación el resto de los interlocutores callaban a la espera de recibir una buena lección. A mi abuelo José no le dominaban las prisas, con su andar algo pesado pero firme desprendía ternura a raudales. Sus ojos, tan azules como el más azul de los cielos, cautivaban tanto a grandes como a pequeños y su hermoso bigote blanco, siempre acicalado, denotaba su deseo de estar bien presentable en todo momento. A mi abuelo José sólo pude disfrutarlo los primeros 6 meses de mi vida y al parecer era la nietita de sus ojos. Una semana antes de morir, vino a casa de mis padres, saludó con su cordialidad imponente a mi madre y charlaron varias horas. Al dirigirse a la puerta de salida se volvió y regresó junto a mi cuna y dijo con una sonrisa de orgullo (según me cuenta mi madre), "cómo se parece esta nieta a su abuelo" y tras esas palabras desapareció para siempre físicamente de mi vida. Os puedo confesar que él siempre ha estado ahí cuidándome y se que algún día nuestras energías volverán a coincidir porque siento un gran respeto y devoción por este gran hombre que únicamente sembró en su vida amor, ternura y comprensión...
