sábado, 30 de marzo de 2013

Los dictados espontáneos del corazón...

El niño pintor deseaba volver a un mundo donde las miradas eran puras, las palabras no eran electrónicas y donde las manos se expresaban libres sin artilugios estresantes. El niño pintor imaginaba un mundo donde todos alzaran sus rostros y apreciaran lo natural, descubriendo la belleza de un ocaso sentados junto al mar. El niño pintor comenzó a dibujar de nuevo un mundo de estrellas y sueños infinitos, donde el contacto fuese sincero.... El niño, siendo adulto, era bohemio y sabio y sólo deseaba que aprendiéramos a seguir los dictados espontáneos del corazón, la única máquina capaz de movilizar el alma del universo....

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