viernes, 22 de marzo de 2013

La reina....

Ellas intentaron alejarla... Tras el telón de terciopelo rojo se encontraba languidecida en su trono inmortal... Entre todas fueron soltando uno a uno los lazos rojos. La corona fue desasida de su cabeza y su cabello rojizo volvió a sentir el movimiento con la brisa que atravesaba la estancia. Ella aún no era consciente de su destino pero pronto saldría de su propia obra y, esta vez, amparada por las mariposas que nacían de sus entrañas... El mar la estaba esperando para devolverle la frescura de su libertad olvidada y, aquel trono, obsoleto y fastuoso, sería destruido con la intención de no ser ocupado por gentes que acabarían sin su condición humana y sin ánimo de encontrar de nuevo su camino en la naturaleza...

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