sábado, 20 de abril de 2013

El niño imaginario...

El niño imaginario, que habitaba dentro del cuerpo de cierto hombre, caminó durante horas en busca de su memoria. Había caído en un pozo lleno de gatos hambrientos sin escapatoria. Ayudado por su astucia y tras una larga reflexión consiguió encontrar la puerta y se dispuso a poner fin al viejo sistema que había empleado en distraerse durante tanto tiempo. Al niño imaginario, que seguía habitando en el cuerpo de aquel hombre, le llovían las caricias, amamantado por mujeres durante años, necesitaba sentir que podría sobrevivir sólo pero, por su gran capacidad amatoria, resultaba irresistible para aquellas féminas que se consideraban parte de su vida transitoria. El niño imaginario se fue esfumando y, a su vez, apareció un joven de cabellos largos de aspecto lánguido y mirada penetrante. Empezó a tomar decisiones junto a su fiel gato y tras acabar con sus ideas destructivas, comenzó a dibujar un entorno mas adecuado para poder resistir su traslado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario