jueves, 30 de mayo de 2013

A flor de piel...

Viene y va..., se desliza por la vida como las flores silvestres al son del viento, trazando el próximo destino, apurando siempre la última copa de vida inquieta, abrigando deseos de caricias arrogantes, deslumbrando con su carmín brillante. Así es ella, la mujer desierta, el ejemplo de los no ejemplos, la titular de una cuenta sin dueño que busca cobijo entre trapos viejos. Pero ella no duda en seguir, alguien le indicó que pronto la rescatarían y ella sigue esperando, a veces se queda clavada en el sillón de los inciertos, acariciando el destino soñado a la espera de otro desenlace que no la delate...

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