martes, 21 de mayo de 2013

El delirio de la muñeca.....


Tropezando en el espacio, caí donde los retales de las muñecas quebradas. Comencé a buscar las manecillas del reloj que nos diferenciaba y que alargaba el tiempo, sin saber a que altura del espacio me encontraba. Lo peor no había pasado, la escalera de caracol se enroscaba sobre si misma y descendía sin remedio de nuevo hacia el mismo habitáculo. El rescate no sería inminente, nadie sabía de mi propia pérdida, ni del delirio en el cual me consumía a diario. No pude hacer mas que recoger mis trozos y, meticulosamente, colocarlos de nuevo en sus huecos correspondientes y así, armada de valor alcé un grito incandescente al alba. El eco de mi voz se trasladó a lo lejos haciendo volar a una hermosa bandada de pájaros que vinieron a mi rescate....
Cuando desperté de aquel sueño, pude comprender que no debo esconderme, que debo seguir conociéndome y queriéndome como nunca y agarrarme fuertemente a mis ideas para no caer de nuevo...

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