sábado, 2 de febrero de 2013

Niño - Hombre Rey....

Había una vez un "niño-hombre rey" apodado el gran hombre, que cerraba los ojos para no crecer. Todos a su alrededor habían cumplido sus promesas pero él todavía no había encontrado el camino "a su verdadera casa". De él surgían hermosas ramificaciones en forma de hijas que lo mantenían en pie sin el menor esfuerzo. Había caminado por todo su reinado durante muchos años bajo el sol y ahora se había convertido en su "no-amigo", así que en las mañanas gélidas se le veía salir a crear nuevos caminos para poder salir de su reinado acompañado de sus fervientes hijas... Un día, cuando se disponía a salir de palacio, apareció junto a su puerta una mujer de cabellos de fuego, creyó que era una visión y se apartó rápidamente de la puerta. Ella, manteniendo una hermosa sonrisa, extendió su brazo hacia él y le invitó a salir de palacio, siguiendo sus instintos se acercó hasta ella y se aferró a su brazo como niño asustado. El camino esta vez parecía otro, ahora sí que comenzaba a reconocer cada paso que daba e inspirando el perfumado aire de la mañana se dejó llevar y sin darse cuenta volvió después de tantos años a su querido hogar acompañado de sus maravillosas hijas que bailaban a su alrededor formando un círculo de flores... La mujer de cabellos de fuego se apartó poco a poco sin dejar de sonreir y con la brisa comenzó a evaporarse convirtiéndose en gotas de rocío brillantes. Ella había regresado para recordarle que no debía olvidar nunca sus orígenes y que por encima de todo debía creer en sí mismo....

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